domingo, 28 de septiembre de 2008

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EL REENCUENTRO DEL 50º ANIVERSARIO







Daniel Jorge Soto

No lo esperaba en una fecha tan significativa como el Día del Maestro. Por la distancia, hice mi vida en Posadas, solo la suerte permitió que mi esposa Simone encontrara el e-mail de Mary Gusberti y esto desencadenó dos días de intenso afecto. Dejé de lado la agenda, compromisos perentorios y etc. Y viajé con curiosidad. Viaje valioso, porque es valioso el reencuentro con los pares, hermanas y hermanos y colegas de la época de vida en que iniciamos la etapa de integración social.
Dejemos que las fotografías complementen las palabras.

QUIENES SOMOS

Somos el producto de una instrucción con terminalidad profesional que en muchos casos dedicó su vida a la enseñanza primaria, otros sumaron el grado y postgrado universitario y los restantes tomaron otros caminos. Lo que se pudo apreciar en algunos reencuentros es el sello con que nuestra formación nos marcó.
Ese sello tiene una denominación. Docente, expresión latina que significa: el que enseña. Creo que lo justificamos en todas las vidas transcurridas: la familia, el aula, lo escrito, la sociedad y como titula Cortázar a uno de sus cuentos, en: “La vuelta al día en 80 mundos”.

QUE EMPRENDEMOS

Esto que iniciamos es una aventura del siglo XXI, es incursionar en un campo donde todo lo tenemos por conocer o experimentar.
Empezaremos a escribir un Blog. En las tecnologías de la información y el conocimiento (TICs), es un diario, o también lo llaman bitácora, en recuerdo en el cuaderno en que los Capitanes de barco asentaban lo acontecido durante el viaje.
La variante que nos permite el Blog es que todos seamos capitanes de este viaje que empezamos, dándonos la posibilidad de volver a interactuar como grupo. Si no me equivoco, salvado el tiempo y el espacio. ¿No es este otro modo de actuar, ahora en el campo virtual? Pero podría el producto ser similar: el reencuentro con mayor asiduidad.
¿Las dificultades de lo que emprendemos? ¡!!Muchísimas¡¡. Vamos a tener que acordar reglas de juego, de conducta y tantas cosas que pondrán en ejercicio nuestra experiencia y conocimiento.
¿Los frutos? Van a ser el producto de nuestra siembra. Y si tengo que medirlos por el intenso afecto del reencuentro de los 50 años de egresados, de un valor incalculable.