20 DE NOVIEMBRE - DIA UNIVERSAL DEL NIÑO

Daniel Jorge Soto


En este día de 1989, la Asamblea General de la Naciones Unidas aprueba la Convención de los Derechos del Niño, que contribuye con aportes y ratifica la Declaración de los Derechos del Niño, efectuada en el año 1959.
La niñez, esa etapa comprendida por la Convención entre el momento de nacer y los 18 años, no solo constituye uno de los grupos vulnerables, sino que ha sido y es objeto de permanente preocupación, formalizada por la Organización de Estados Americanos y la UNICEF, cuando el 12 de abril de 1952, redactaron la Declaración de Principios Universales del Niño ante las condiciones de maltrato y desigualdad en esta etapa de fragilidad social. Las noticias y los informes de este mundo achicado por las estadísticas y la comunicación, a mi criterio, nos sigue dando motivos de preocupación en cuanto a las condiciones sobre protección y desarrollo al bienestar de la niñez.
En los Objetivos del Milenio hay ocho metas relacionadas a mejorar los indicadores para lograr adecuadas condiciones a la infancia, las que facilitarían el acceso a una adolescencia inclusiva y a la etapa adulta con la preparación necesaria. Cumplir con una Convención y con Objetivos a los que se adhirió, son obligaciones de los países firmantes. Es sano que periódicamente, derechos y objetivos sean evaluados cuantitativa y cualitativamente y ello no solo debe ser tarea de los gobiernos, sino también de las sociedades en un proceso plenamente participativo. Los argentinos debemos hacerlo desde el momento en que se gestan los niños, hasta su acceso a la vida adulta, en todos sus aspectos y agregando a los derechos establecidos, los nuevos derechos que la necesidad cree. Porque no podemos ocultar que ayer una Candela y hoy un Tomás, nos están pidiendo que garanticemos el derecho a su existencia.